jueves, 3 de noviembre de 2011

Cerrado en las sierras


Abre, saca la sierra y cierra el armario.Sale apurado, sin cerrar, pues tiene la esperanza de encontrar abierto "Puertas"
Sigue el camino de tierra, en la casi ya noche cerrada, y aunque se sepa que están, apenas se ven las sierras.
Un jinete le cierra el paso para saludar, era Puertas.
- Cómo anda Puertas- sonríe, se cierran las manos en un saludo. Justo iba a verlo por esta sierra.
- Recién cierro- dice Puertas, abriendo apenas la boca. Venga a las casas que seguro tengo repuesto, casi seguro.
- ¿Y si erra? Puertas abra un segundito nomás, estamos a una cuadra...
- Cuando se está por cerrar y llega alguien se lo atiende, pero así... venga a casa o mañana a la mañana cuando abra el negocio, hágame la gauchada Paredes.
Viejo cerrado- pensó Paredes. No iba a hacerle el gusto, no gustaba de abrirle heridas a su orgullo, por más pequeñas que fueran.
- Voy mañana cuando abra- dijo para cerrar. ¿a qué hora abre, Puertas?

Volvió a su casa, entró y cerró tras de sí. Abrió la heladera y miró, no había nada. Al rato sonó el teléfono. ¿Paredes? Era Puertas riendo: no había errado, en las casas tenía.