miércoles, 1 de julio de 2009

Quedate un añito más

- ¿?
- Cuadrado
- ¿?
-Triángulo
- ¿?
-Círculo

Había algo raro en ese "¡muy bien Sergio!", que descubrí mucho tiempo después...

La abuela y mamá tuvieron una conversación esa mañana, sin nombrarme ni mirarme, pero algo me hizo creer que se referían a mí -siempre fui un poquito perseguido-
"se lo digo cuando llegamos...si pregunta..."

Sole venía a upa de mamá, Walter y Dani sueltos, unos pasitos más adelante, yo agarrado de la mano libre.
Mientras avanzábamos por la vereda donde ya se veían grupos de padres amontonados en la puerta, iba creciendo la angustia de los cuatro. Walter y Dani ya no caminaban tan adelante, lo hacían cada vez más cerca de nosotros, Sole parecía un koala apretándose a ese cuello, mostrándole la nuca enrulada al mundo. Al cruzar el portón, Graciela, la vicedirectora, intentó en vano hablar con Sole, recibiendo como respuesta los rulos, que acarició sonriéndonos. "Digan hola chicos" "está bien, está bien, dejalos, tienen sueño...¡hola bebé!..."

El patio descubierto mostraba en su final la escalera que esperaba a los dos mayores, ya más cancheros en esto de empezar las clases, partieron a enfrentar su destino luego de darnos un beso. Al quedar nosotros tres, sentí que nos unimos más, sentí menos ganas de separarme que nunca.

Vi a Ariel Solesi y a Nicolás Corsi, dos compañeros del año anterior...vestidos de blanco, me miraron, saludaron con la mano en alto y se perdieron en la misma escalera que mis hermanos.
¿No debería ir yo también hacia arriba?

En la puerta de la sala azul, un pibe un año menor que yo, o dos, buscó a gritos y patadas la posibilidad de volver a su casa con su madre, falló.
Creo que en este tipo de casos, en los que uno ve a un colega sufriendo, y por algo que uno mismo está por hacer, el llanto se vuelve tan contagioso como el bostezo. Y a mí se me había hecho un nudo en la garganta, como si me hubiera tragado una bufanda.
- ¿vos no vas a llorar no?
Eso fue un golpe bajo...
- no...- una segunda palabra hubiera desatado el vendabal.

Llegamos a sala roja, Liliana nos recibió. Me resultaba muy familiar esa salita, los que me resultaban ajenos eran ese grupo de pibes vestidos de naranja. No me moví del umbral, Liliana y mamá conversaron de algo, volví a escuchar algo así como "en algún momento va a preguntar...no te preocupes...quedate tranquila Sara...¡hola bebé!"
Llegó el beso de mamá, Sole me sonrió desde allá arriba, y me dejaron. La puerta roja de la sala roja, era verde por dentro, y yo ya lo sabía, esa mano que me agarraba, yo ya lo conocía, los dibujos, los juguetes...
Cuando luego de algunos pasos mamá se dio vuelta para acariciarme a la distancia, yo ya había descubierto la verdad, y fue por eso que no lloré con todas mis fuerzas, por eso que no pataleé hasta ponerme colorado y quedar todo transpirado, por desconcierto, no por guapeza. Al rato seguramente ya ni pensaba en eso, me distraje con alguna pavada y fue como si nada hubiera pasado...

-¿Cómo se llama esta figura?
- (...oia...esa la conozco) Cuadrado
-¿Y esta?
- (...que fácil...) Triángulo
- ¡muy bien Sergio!, dejá a los chicos ahora... a ver...¿esta?
- (¿cómo nadie la sabe? es facilísima...yo la digo) Círculo
-...muy bien Sergio...


3 comentarios:

Marina dijo...

Ya desde chico eran atinados los comentarios entonces...
Hermosos recuerdos escritos.

Anónimo dijo...

Tu relato me hizo recordar. Creo que eso es lo que buscas y lo que quizas, mas satisfacción te da. Que los que leemos algo tuyo, movamos las ideas, sensaciones y rememoranzas.
Recuerdo mi muy satisfactorio primer día de preescolar (No hice Jardin por razones que no van al caso). Entre contento y sali mas contento aun, porque me gustaba la maestra (Ademas porque, a pesar de que iba a ser la primera vez en alejarme de mi madre, era bastante grande como para llorar por eso). Ella fue mi primer amor. Y creo tambien que no lloré, porque yo estaba hecho para la escuela. Al entrar en preescolar, ya sabía leer y escribir (ésto último, con muchas faltas de ortografía, claro, pero con muchas menos que las que actualmente tienen Nicolas o Juan :P) y al ver el contento de la maestra, mas me dediqué a perfeccionarlo.
En fin. Muy bonita y tierna tu historia. Es raro leer estas lineas de un corazón tan frío como el tuyo. Tan raro como yo...

Abrazo.

Leo (Azirafel, pero perdi el pass de la casilla :P)

Litto dijo...

Leia el comentario de Leo y no se si es lo que buscas, pero sin dudas lo conseguis. A mi me paso con este, por ejemplo, que durante el relato me imaginaba caminar cerca de tu mamá y verlos a Dani, Wally, a vos y a Sole recorriendo las calles quellevan al jardín, luego pasando las puertas de entrada y finalmente recorriendo el patio grande de la escuela. Estuvo lindo el paseo.