lunes, 8 de junio de 2009

En seguida vuelvo

La cara de desazón de los comerciantes con el negocio vacío, es imposible de pasar por alto. Es esa mirada en blanco, con los ojos clavados en el aburrimiento, un cerebro que no para de pensar como hacer para mejorar las ventas, y un cuerpo que se pone a barrer la vereda para no agarrar a patadas todo lo que lo rodea. Los comerciantes se liberan de la tiranía opresora y explotadora del jefe, para esclavizarse a su propio negocio. Déjenme un lugar para la ironía, che.
El placer de ser su propio jefe, borra el tener que dedicarle todo su tiempo al negocio, aún cuando está cerrado, sobre todo cuando está cerrado.
Esto se da en mayor o menor medida en todos los casos. Sin embargo, mi objetivo no es llegar al lugar común, que tanto nos molesta. El caso que hoy reclama mi atención, si bien está relacionado, es totalmente distinto.
Se trata de una pequeña oficina de 3x3, con dos escritorios sin computadoras, un teléfono y un mueble con carpetas. Esto es lo que se observa a través de la vidriera, que es todo el frente del local. Entre los dos escritorios hay colgado en la pared un escudo cruzado por dos espadas, atento a un inexplicable detalle medieval. A las claras es un lugar aburrido, en el que nadie querría pasar 8 horas diarias, con una para comer. Y menos que menos cuando les cuente que el lugar pertenece a la industria del fiambre, a los sepelios.
Lo particular del caso, es que nunca hay nadie en este lugar, siempre está vacío.
Desde hace más de 4 días, hay pegado en la puerta un papel escrito con fibrón negro que dice: "EN SEGUIDA VUELVO, POR URGENCIAS LLAMAR AL 15-3182..."
¿Urgencias? ¿Cómo sería tener que hacer un servicio fúnebre de urgencia?
- Hola...sí, bien, bien, mirá, te digo rapidito, tengo un pariente que enterrar y estoy viajando al exterior mañana, ¿cómo podemos hacer? ¿querés que te lo lleve para ir ganando tiempo?

Es un tema delicado el que toco, lo sé. Por eso voy a tratar de ser cuidadoso.
Entiendo al dueño del lugar (que llamaremos Elio), no debe estar nada bueno pasar el día en un local esperando que alguien se muera para tener algo que hacer. Además de ser un negocio en el que no se puede hacer nada para mejorar las ventas, es solo cuestión de tiempo...
Me imagino cuando alguien se lo cruza a Elio en la calle y le pregunta:
-¿Y? ¿El laburo?
-...bien, levantó un poco ahora...(gracias a la gripe, al mosquito...)
Supongamos que una persona tiene un familiar enfermo y Elio le pregunta como anda todo. La pregunta pareciera recordarle al familiar del afectado "cualquier cosa ya sabés, llamame al 15-3182..."

Cuando alguien tiene un problema laboral-legal ¿no es mirar al tío abogado lo primero que hace? Si se te ocurre levantar un hornito de barro en el patio de tu casa ¿no le chiflás a tu primo albañil para que te dé una mano? Con este tema pasa lo mismo, Elio debe haber tenido que ver en la organización de todas las muertes que hubo en su familia, y con la de alguno que era medio conocido de alguien, aunque con fastidio, seguro que también.

Y ya para ir cerrando, alguna que otra buena para Elio hay, claro que sí. Por ejemplo ofrece un servicio del que nadie, absolutamente nadie está exento de usar, al menos una vez en la vida. Sus usuarios no presentan quejas, y no se ve obligado a mostrarse simpático con su clientela, por decir algunas. Por mi parte, espero no tener que hacer uso de sus servicios por un tiempito más, pero por ahora dejo de hablar del tema, se me hizo largo este asunto, la verdad, quedé muerto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy bueno Sergio, como todos...


Es como decia el tio Elio cuando lo cruzaba mi viejo en la calle, para contarle algun chiste negro. Siempre el mismo, una y otra vez como si nunca lo hubiese contado. Y mi viejo se reía siempre de la misma manera. Claro, solo te queda compadecerte de aquel que tiene como laburo recibir a las personas en el peor estado en el que pueden estar, y a sus familiares vivos, en casi el mismo. La bromita la recuerdo bien pero nunca me terminó de causar gracia. Decía algo asi:
.-"...Por mi que no se muera nadie, pero que laburo nunca me falte..."
Hoy, 20 años después, pasé por la puerta del Velorio y el cartelito de "Por urgencias..." no estaba. Elio tampoco con nosotros. En su lugar, había otro que decía : " Cerrado por duelo " y lo franca y lamentablemente cierto, es que ese, sin intención, fue el chiste que mas gracia me cauzó de todos los que hizo Elio alguna vez.


Saludete breve como el cuentito. Que no se haga costumbre hablarnos tanto. :D

Leo.